Nuestros pies, después de pasar todo el invierno encerrados en botas, zapatillas y zapatos cerrados, en verano vuelven a ver la luz. Por eso es importante que pongamos especial atención en su cuidado, para mantenerlos sanos y bonitos estéticamente. Al igual que nos cuidamos las uñas de las manos durante todo el año, debemos hacer lo mismo con las de los pies, por eso vamos a ver los pasos básicos para realizar una pedicura en casa, evitando tener que ir a cualquier salón de belleza.
El primer paso que debes realizar en una pedicura, es relajar tus pies. Llena un recipiente grande con agua tibia y echa unas gotas de aceites esenciales que puedes encontrar en droguerías, o si prefieres algo más casero, conseguirás el mismo efecto echando bicarbonato y limón. Mantén los pies en el agua durante 20 minutos.
Después, sécalos bien con una toalla y aplica una crema exfoliante especial para pies, para eliminar todas las impurezas y pieles muertas que tengas acumuladas. Evita el contacto con las uñas para que éstas no se llenen de grasa. Con este paso, además si tienes durezas conseguirás ablandarlas, pero también debes limarlas con ayuda de una piedra pómez.
Ahora debes centrarte en las uñas, que es la parte importante de la pedicura. Primero debes cortar las uñas, siempre rectas para evitar que se claven en la piel. Luego tienes que limarlas por completo y conseguir suavizar los bordes. A continuación, con ayuda de un quitacutículas, retira las cutículas separándolas siempre de la uña, nunca las cortes del todo porque crecerán más rápido.
Llegada a este punto sólo queda pintar. Primero utiliza una base para proteger las uñas y evitar que se dañen con el esmalte. Cuando ésta esté seca, ya puedes utilizar tu color favorito para terminar la pedicura. Es aconsejable pasar dos capas, para que el color quede más intenso y toda la uña cubierta. Si quieres, también puedes dejar volar tu imaginación y terminar tu pedicura con un nail art original.
¿Te han gustado estos tips de belleza? ¡A lucir tus pies!