Seguramente habrás pronunciado en más de una ocasión la palabra “vitaminas”. ¿Qué son las vitaminas? ¿Sabemos realmente para qué sirven? ¿Son realmente tan curativas como se dice?
Las vitaminas son uno de los nutrientes que podemos encontrar en los alimentos. Son nutrientes acalóricos, es decir, no aportan energía, y en consecuencia no engordan, pero resultan imprescindibles para vivir. Además, nuestro organismo no las puede sintetizar por sí solo (con alguna excepción), por tanto, debemos ingerirlas a través de la dieta.
Las vitaminas ayudan en la regulación del funcionamiento del metabolismo humano, facilitando el mejor aprovechamiento de los otros nutrientes ingeridos. Son necesarias para que el cuerpo pueda aprovechar los alimentos.
Estamos hablando por tanto de unos nutrientes imprescindibles. Sin embargo, a diferencia de los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas, las cantidades necesarias de vitaminas son muy pequeñas. Como mucho, contamos las cantidades necesarias por miligramos. Por tanto, con una dieta variada y moderada alcanzaremos sin problemas las cantidades necesarias para cada día.
Existen varios tipos de vitaminas, que se clasifican según su solubilidad en: hidrosolubles (vitamina C y vitaminas del grupo B), y liposolubles (vitaminas A, D, E y K).
Uno de los temas de controversia desde hace ya algunos años reside en la posible utilidad de tomar una cantidad extra de vitaminas sin que existan estados carenciales de la misma. En más de una ocasión se ha sugerido que las vitaminas producen efectos beneficiosos en el organismo cuando se toman a grandes dosis. Y no es extraño encontrar personas que toman cantidades que duplican o triplican la necesaria para diversas vitaminas con fines preventivos o curativos. Hay quien piensa, por ejemplo, que grandes dosis de vitamina C ayudan a prevenir y curar los resfriados. Esto no es así. Las investigaciones realizadas al respecto demuestran que tomar grandes dosis de vitamina C tiene un leve efecto antihistamínico, ayudando así a reducir algún síntoma del resfriado como podrían ser las secreciones nasales, pero este efecto no es mayor que el obtenido al tomar cualquier antihistamínico. Ninguna de las investigaciones realizadas ha podido demostrar que tomar grandes cantidades de vitamina C pueda prevenir el resfriado u otra enfermedad.
Por el contrario, sí se ha podido demostrar un efecto negativo con esta ingesta masiva de vitamina C, y es la posibilidad de padecer escorbuto (enfermedad causada por un déficit de vitamina C) cuando, después de tomar una cantidad exagerada, se reduce esta ingesta de manera brusca.
Otros ejemplos de vitaminas que en ocasiones se han empleado mal son la vitamina A y la vitamina E. La vitamina A puede ser perjudicial cuando se acumula en el cuerpo en cantidades muy altas. Entre los síntomas por intoxicación de esta vitamina se encuentran la visión borrosa, pérdida de apetito, irritabilidad, pérdida de cabello, náuseas, diarrea o somnolencia.
En cuanto a la vitamina E, hay personas que toman dosis complementarias para retrasar elenvejecimiento o porque piensan que aumenta la virilidad. Eso no se ha demostrado. A la única conclusión que llegaron unas investigaciones es a que el déficit de esta vitamina podría producir infertilidad en ratas.
Pero todo esto no es incompatible con el posible efecto beneficioso de tomar un complejo vitamínico en determinadas circunstancias. Por ejemplo, hay personas que presentan un déficit de vitaminas por algún motivo o atraviesan una etapa de especial necesidad. También es el ejemplo de deportistas en los que el esfuerzo y el desgaste les aumenta sus necesidades nutritivas.
Por ello debes saber que, aunque las vitaminas sean unos nutrientes imprescindibles para nuestro organismo y el déficit de las mismas pueden causar enfermedades, tomando cantidades masivas no vamos a prevenir o curar dichas enfermedades. Al contrario, puede resultar más perjudicial que beneficioso. Por tanto, no debemos tomar más cantidades de las necesarias, teniendo en cuenta que en algunos momentos de especial necesidad sí puede ser útil un aporte extra.