Si has decidio divorciarte y planeas comprar tu parte del piso, hay algunas cosas importantes a tener en cuenta. Si bien dividir el hogar puede ser el paso más importante en el proceso de divorcio, también hay muchas otras cosas importantes a considerar. Antes de solicitar el divorcio, es importante obtener el consentimiento por escrito de su cónyuge. Además, asegúrate de negociar un precio antes de comprar la parte del piso y valora las propuestas de la otra persona como por ejemplo, vender casa sin registrar.
Comprar o vender tu parte del piso
Si desea comprar tu parte del inmueble en un divorcio, primero debes comprender cómo funciona el plan y qué implica. Si tu y tu cónyuge tienen un ahorro más o menos igual, cuanto más tengas, más probabilidades de que tu cónyuge quiera mantenerlo. Sin embargo, si tienes una mayor cantidad de ahorros, puedes pedirle a tu cónyuge que lo comparta contigo.
En un divorcio, lo primero que verá tu ex cónyuge es si puedes pagar los gastos del divorcio. Si bien puede parecer tentador, si puedes ganarte la vida por ti misma, puedes evitar depender de él el resto de tu vida. Mientras no se vende o no se decide, debéis seguir pagando las facturas, suministros, etc. Es importante evitar generar cargas. Otra opción plausible es vender tu parte del piso a tu ex.
Mantener a un cuidador primario en la casa matrimonial durante y después de un divorcio
Mantener a un cuidador primario en la casa conyugal durante y después de un divorcio no es infrecuente. De hecho, muchas mujeres se quedan en casa después de tener un hijo y no trabajan fuera por las labores de cuidados al hijo. Tener hijos supone un cambio en la organización familiar a la que cabe adaptarse. A veces, es simplemente que las necesidades familiares han cambiado. Independientemente de la razón, el cuidador principal probablemente obtendrá la custodia primaria de los niños.
Uno de los desafíos de mantener a un cuidador primario en la casa conyugal es el coste de mantener el hogar en buena forma. Si eres es el principal asalariado, es importante darte cuenta de que esto no siempre es fácil. Hay muchos gastos que generalmente se comparten entre los dos cónyuges, incluidos el césped, los limpiadores de hogares, etc. Además, el ingreso salarial principal puede verse obligado a contratar ayuda externa para el hogar, incluido un personal de mantenimiento, ama de llaves o un proveedor de cuidado infantil.
Negociar un precio de compra
Si bien puede parecer difícil negociar un precio de compra en un divorcio, puedes hacer que sea mucho más fácil para ambas partes. Esta opción es beneficiosa porque reduce la cantidad de tiempo que se dedicará en los tribunales discutiendo sobre el hogar conyugal. En algunos casos, una compra significará pagar al otro padre la mitad del valor de la propiedad, aunque es posible negociar más. Además, una compra puede resultar en una menor cantidad de pensión alimenticia. Cabe hablar también de los gastos cambio de nombre de escrituras, es una baza más en todo el proceso.
La mejor manera de hacerlo es hablar con un agente de bienes raíces y ver qué muestra de ventas comparables. Si el valor de la casa ha caído, una parte puede sentir que el precio es demasiado alto. La otra parte puede sentir que el precio es demasiado bajo y solicitar una oferta más baja. La compra de una casa debe ser gradual e incluir cualquier propiedad que quede en el matrimonio. El proceso de venta de una casa puede ser complicado, por lo que es importante asegurarse de que ambas partes tengan una buena comprensión del otro.