Uno de los efectos secundarios que aparecen cuando empezamos a seguir una dieta es la ansiedad.
A menudo se sienten ganas de comer aquellos alimentos que tenemos prohibidos en nuestro plan de comidas. Pues bien, hay varias maneras de superarlo, y seguro que os resultarán muy sencillas.
En general, al dejar de consumir hidratos de carbono, nos baja el nivel de la hormonaserotonina (responsable de la ansiedad).
¿Cómo podemos evitar esta situación?:
1) Comer 5 veces al día. Nuestro cuerpo tiene que acostumbrarse a esta pauta de comidas, consiguiendo así que el tiempo entre una comida y otra sea más reducido.
2) Beber agua en abundancia. Lo ideal es beber del orden de 1 litro y medio al día, favoreciendo así que tengamos sensación de saciedad.
3) Las verduras y las frutas son muy recomendables. Tienen muy pocas calorías y son muy saludables. Por ejemplo, comer una zanahoria o una pieza de fruta entre horas nos puede ayudar a reducir nuestras ganas de comer.
4) Los productos integrales también son buenos, ya que aportan mucha fibra al organismo y favorecen el tránsito intestinal.
Objetivo de la dieta
Antes de hacer cualquier dieta, necesitas seguir unas pautas con el fin de alcanzar tu objetivo; perder peso.
Lo primero que debes tener claro es que quieres realmente. Si lo que quieres es tener ese “cuerpo diez” de los modelos que vemos por televisión (y que no se ajusta a la realidad de la población), probablemente la frustración te hará dejar la dieta al no ver resultados a corto plazo. O incluso, en el peor de los casos, padecer algún tipo de trastorno alimentario (como la anorexia o la bulimia).
Si por el contrario quieres perder peso para sentirte mejor con tu cuerpo, a medida que la báscula te indica que vas perdiendo peso al seguir la dieta, tu autoestima se verá reforzada.
Desde adelgrasa te proponemos una serie de pautas para conseguir tu peso ideal de forma fácil y saludable.