Llega ese día, ese fatídico día en el que te das cuenta de que no puedes subir un tramo de escaleras sin jadear. Es entonces cuando caes en la cuenta de que hace demasiado tiempo que no haces deporte y que tu forma física está out. Si crees que ha llegado el momento de ponerse en forma de una vez por todas, ¡atención! En este artículo encontrarás los mejores 7 consejos para que puedas conseguirlo.
1. Mentalízate. Todo gran cambio empieza primero en tu mente
Está muy bien decir de un día para el otro que vas a cambiar tus hábitos de vida, pero para ser sinceras con nosotras mismas… ¿Cuántas veces hemos dicho lo mismo y luego lo hemos pospuesto? Sí, todos conocemos esa excusa que suele verbalizarse con un: «si eso, ya empezaré el próximo lunes». Fatua excusa para retrasar todo lo posible el tan poco deseado momento. Para ponerse en forma a nivel físico, primero hay que preparar bien a nuestra mente.
Es importante ser conscientes de que vamos a realizar el cambio, pero para que funcione, tenemos que autoconvencernos. No vale decirnos «tenemos que ponernos en forma porqué sí». Piensa que nuestro subconsciente funciona como una persona aliena, y si no somos capaces de covencerle a él que debemos empezar a hacer ejercicio, siempre encontraremos una buena excusa para retrasar el momento.
Haz una lista con los motivos reales por los que quieres ponerte en forma, esto te ayudará a realizar el cambio mental que necesitas para que ponerte en forma sea mucho más sencillo.
2. Elige un deporte o una actividad que te guste
Sobre gustos no hay nada escrito y sobre todo cuando hablamos de deportes, es por eso que lo que a una le puede parecer el paraíso más maravilloso y celestial, a la otra le puede parecer el infierno más cruel y despiadado. No te dejes engatusar por opiniones ajenas, puede que tu amiga se lo pase bomba en una clase de Spinning, pero eso no significa que este tipo de deporte esté hecho para ti.
Si es la primera vez has decidido ponerte en forma, es posible que no sepas muy bien por donde empezar. Lo mejor que puedes hacer es apuntarte a un gimnasio donde la lista de posibilidades es inmensa. Podrás probar suerte en la sala de Fintess y si eres de esas que se aburre sola sobre una máquina, podrás echar mano de la gran lista de actividades dirigidas que todos los gimnasios ofrecen: aerobic, zumba, BodyCombat, Pilates,…
Otra opción es la de salir a correr al aire libre. Muchas personas prefieren este formato ya que se ahorran el dinero del gimnasio y pueden disfrutar del paisaje mientras corren. El running dispone de una gran comunidad de gente motivada que estará encantada de ayudarte a mejorar día a día.
3. De compras. Nueva ropa de deporte para ponerte en forma
Una forma para motivarte para hacer deporte, es realizar pequeños gestos hacia esa dirección. Un buen ejemplo, es el de comprarte ropa nueva de deporte. El simple hecho de comprarla, ya te hará tener cierto compromiso con esa causa.
Hazte con unas mallas, unas camisetas transpirables, unas buenas zapatillas adecuadas para el tipo de deporte que quieras realizar y ropa interior adecuada. Pruébate la ropa, siéntete bien con ella, de esta forma tendrás aún más ganas de lucirla.
Esta ropa que acabas de adquirir te ayudará a evitar esas típicas excusas para no salir de casa: «es que no tengo nada que ponerme» o «todo lo que tenía no me vale». Para ponerse en forma de verdad, hay que anticiparse a la desgana inicial.
4. Prepara la ropa el día antes. Todo preparado para empezar
Toda precaución es poca cuando se trata de ponerse en forma. Si no quieres caer en la tentación de quedarte en casa, prepara la mochila con la ropa del gimnasio, el champú, la toalla, las zapatillas de deporte, la botella de agua, etc. Si lo tienes todo listo, te dará menos palo ir al gimnasio.
Deja la mochila visible, que sea una de las primeras cosas que veas cuando te levantes o cuando regreses del trabajo. Solo por verla se activará en tu cabeza una vocecita que dirá: «no seas perezosa, ves al gimnasio.»
Lo mismo puedes hacer si quieres salir a correr. Prepara toda la ropa en una silla para que al día siguiente la tengas bien visible, tu lado más vago acabará sintiéndose mal y será mucho más fácil dar el primer paso. Normalmente, una vez dado el primer paso, es fácil vencer la vagancia.
5. Empieza poco a poco y de forma progresiva
Uno de los errores típicos cuando alguien quiere ponerse en forma, es empezar a saco paco, sin ningún tipo de periodo de adaptación ni nada similar. Lo dan todo al comienzo: si van al gimnasio, ponen el nivel 7 a la bicicleta elíptica creyendo que así evolucionarán más rápido. Si van a correr, empiezan tan aceleradas que a los 5 minutos ya no pueden más. Si se decantan por ejercicios de pesas, empiezan por un peso tan bestia que acaban lesionándose antes de empezar.
Resulta que ponerse en forma no consiste en eso. Ponerse en forma consiste en empezar poco a poco, de forma constante y progresiva. Como cada cuerpo es un mundo diferente, habrán mujeres que podrán empezar más fuertes para evolucionar de una forma más rápida y viceversa. Sé sincera contigo misma, fija tus limites y permítete un tiempo de adaptación.
Ir poco a poco, sin saltarse ningún paso, te ayudará a no agobiarte ni cansarte enseguida.
6. Márcate pequeños objetivos y celébralos como una victoria
Para conseguir ser constante en tu decisión de ponerte en forma, es necesario que te marques objetivos razonables para ir cumpliéndolos poco a poco. Sé realista, de nada vale ponerse como meta correr una maratón si aún no puedes correr ni 5 kilómetros seguidos sin cansarte.
Keep Kalm. Es necesario marcarse objetivos pequeños, realistas y fáciles de conseguir. en el running, puedes empezar por 5 kilómetros e ir aumentando 1 kilómetro a medida que ves que consigues aguantar bien la distancia anterior.
En el gimnasio, puedes empezar por 20 minutos en la bicicleta estática, e ir aumentando 5 minutos a medida que vayas notando que has ganado resistencia. No importa cuanto tardes en conseguir tus objetivos, lo verdaderamente importante es que acabes consiguiéndolos.
7. El descanso SÍ importa
Pues sí. No sólo importa hacer ejercicio, también importa el descanso. Obsesionarse con ponerse en forma e ir al gimnasio todos los días es una adicción, como la puede ser fumar o beber alcohol. Vale, es una adicción mucho más sana, pero una adicción a fin de cuentas.
Crea un calendario realista, que te permita hacer ejercicio de 3 a 4 días a la semana, sin que eso altere tu vida social y familiar. Lo mejor es ir día sí y día no al gimnasio, aunque también puedes alternar actividades. Por ejemplo, un día puedes ir a correr y al otro hacer mantenimiento físico en casa con pesas. O puedes ir a correr de forma rápida un día e ir al trote al siguiente.
Sea como sea, debes dejar tiempo a tu cuerpo para que descanse y no se fatigue, de lo contrario puedes tener problemas con lesiones.