A quién no le gusta disfrutar de una buena y renovadora siesta después de comer. Es una de nuestras tradiciones más arraigadas, y después de conocer todos los beneficios que tiene para nuestro organismo.
La siesta perfecta tiene que durar entre 30 y 45 minutos, más tiempo es excesivo. Y al contrario de los que piensas que no es buena para la digestión ni para nuestra salud, vamos a ver cómo tiene una serie de beneficios muy gratificantes.
- Libera tensiones y repone la energía gastada durante la mañana.
- Ayuda a afrontar el resto del día con más vitalidad.
- Desaparece el cansancio mental.
- Elimina el estrés y relaja el corazón.
- La mente desconecta y se relaja.
Ya sabes, siempre que puedas, disfruta de una pequeña siesta después de comer, ¡tú salud mejorará!