A raíz del inminente cambio de rol del cual las mujeres modernas son las indiscutibles protagonistas, el ámbito de la cocina, como así también las labores culinarias en general, han cambiado notablemente. En la actualidad, la mayoría de las jefas del hogar tiene trabajos fuera del mismo, razón por la cual las tareas domésticas, entre ellas la elaboración de alimentos, se han dividido entre los distintos miembros del grupo familiar.
Por esta razón, la cocina se ha transformado en un espacio múltiple donde convergen tanto actividades como personas diversas y que, debido a ello, puede sufrir, como consecuencia, la pérdida de “personalidad”. Para que esto no ocurra es importante dedicar tiempo al diseño y decoración de este noble lugar, que permite a los habitantes de la casa, entre otras cosas, compartir invaluables momentos familiares.
Como primera medida, a la hora de la decoración de la cocina es vital tener en cuenta el hecho de contar con suficiente fuente de luz natural, como así también distinguir las distintas áreas de trabajo, es decir, establecer una delimitación concreta entre un sector de corte de alimentos y otro de almacenamiento de especias, por ejemplo. Esta actividad no carece de importancia ya que, gracias a este tipo de organización, se podrá mantener la elegancia, el confort y la limpieza de la habitación en cuestión, haciéndola más práctica y funcional al uso. Además, esta separación favorecerá también la realización de varias actividades de forma simultánea, en concordancia con lo dicho anteriormente.
Una de las particularidades de las nuevas tendencias en la decoración de cocinas modernas es la cuota imprescindible de colores vivos y detalles exquisitos, como bachas rectangulares o paneles colgantes, en contrapunto con los aburridos tonos pastel y accesorios convencionales de antaño. Las finas y originales terminaciones que existen hoy día, además de los muebles exclusivos que se ofrecen en el mercado actual, hacen que tener una cocina divertida y con glamour sea tarea fácil.