La leche materna, contiene todos aquellos nutrientes que necesita un bebé, su calidad es tan buena que no necesita ningún otro nutriente. Esta leche tiene todas aquellas grasas y proteínas que requiere el infante y además la proporciona en la cantidad requerida.
Es recomendable informarse con anterioridad, limpiar los pezones y masajearlos antes de entrar en acción, esto se debe hacer especialmente cuando los pezones están muy cargados o duros. Una excelente forma de hacerlo sin maltratar, es frotandolos con agua tibia.
La mejor vacuna en contra de la enfermedades infecciosas
Este tipo de leche garantiza que el bebé cuenta con las mejores defensas en contra de enfermedades infecciosas. Sin embargo esto sucederá únicamente cuando la madre goce de salud, pues estudios demuestran que un 10 y 20 por ciento de bebés en Europa sufren de eccemas en la piel debido al estilo de vida de sus madres.
Algunas de las enfermedades más comunes que puede prevenir la leche materna son: la dermatitis atópica, ciertos tipos de alergias, asma e infecciones intestinales.
Éxito a la hora de amamantar
Amamanta al bebé cuando lo pida, y no siguiendo un reloj. Seguidamente vigila la postura ya que es importante para ganar peso. Esta deberá procurar el contacto vientre con vientre.